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Porque el cielo está al alcance de unos pocos, o eso dicen. Y sí, si pienso en él aparecen imágenes inconexas, retales abstractos e inteligibles en lo que al significado se refiere. Reales para el soñador. Pensamientos; ciudades, tráfico sofocante, aire cargado de vidas ajenas; besos que se dan con rabia, labios tintados de rojo; un cigarro insinuante en tu boca -mejor cuando cae la tarde y el sol se esconde-. Susurros en mi oído que se comportan como una corriente electrica, que viaja por mi anatomía, que se desliza hasta producir cosas inexplicables. Efectos en mí. Porque lo lejano está muy cerca tratándose de tus ojos y el cielo, resulta alcanzable si reflexiono en él como en algo semejante a todo eso -depende de la compañía con la que se siente-.

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jueves, 15 de noviembre de 2012

Las casualidades existen.




 Cuando algo empieza por casualidad nunca sabes como acabará, pero solo hay dos posibilidades: bien o mal, no hay más.
Esto empezó un viernes con un cruce de miradas, un adiós y un pensamiento posterior de "¿Habré hecho bien en saludar? Seguro que si". Creo que ninguno de los dos sabia que acabaríamos así, por otra parte eso es lo mejor. Porque ahora recordamos ese día como algo inesperado, como el comienzo de algo nuestro. Ese algo nadie se lo esperaba, posiblemente, ni nosotros mismos...Pero desde ese 24 de Septiembre de 2010, ese algo es algo si, pero algo nuestro.
Han pasado dos años, mucho ha llovido desde entonces aun así lo recuerdo con perfecto detalle: ropa, lugar, hora, tiempo...todo. Las cosas bonitas son difíciles de olvidar la verdad.
Esta historia es de las que muchas personas desean tener, o por lo menos muchas de las personas que conozco desean tener una historia así. De las que empiezan con disimulo, que nadie sabe nada (ni se lo huelen), que hay peleas malos y buenos momentos, aunque estos últimos son más abundantes, de las que se dejan y se retoman, de las que se llora, se ríe y se llora de la risa. De las que gustan.
Por eso hoy, que llevo un año y poco más viviendo esta historia se que algo así merece la pena continuarlo y luchar por ello día a día. Porque empezó de casualidad, sin quererlo. Ahora se que las casualidades existen y aunque el destino esta escrito cualquiera puede meterse en tu vida y cambiártelo.

"Subiría todos los pisos de las Torres Gemelas besándote y los bajaría igual" 

Voy a decir verdades hasta que me quede sin voz.




Que le jodan al mundo, si hago lo que quiero y a nadie le gusta....mientras yo sea feliz QUE LE JODAN.


Tiempo.


En la vida tenemos recuerdos que no se olvidan: momentos, detalles, fechas...incluso milésimas de segundo. Esas milésimas de segundo son las que cambian tu vida, las que dan un vuelco, las que le dan menos lógica y a la vez mas belleza o tristeza a todo.
Esas milésimas de segundo pueden ser todo y a la vez nada: pueden ser el espacio que hay entre la vida y la muerte, entre abrir el paracaídas o no, las de saltar o no, las de darle al gatillo o no...Pero también pueden ser esa sonrisa rápida a la vuelta de la esquina, ese choque fortuito con esa persona especial, esa mirada, ese detalle, ese "Perdona, ¿tienes fuego?", ese mensaje, ese "Te quiero" en el momento adecuado, ese beso fugaz...
Lo más curioso de todo no es lo que significan esa milésimas de segundo. Lo más curioso es que, a veces, las cosas más pequeñas, a las que casi no damos importancia o las tomamos como algo normal, pueden ser las más importantes de nuestra vida. Son las que marcan los antes y los después.

lunes, 12 de noviembre de 2012

#1



 CADA UNO ES RESPONSABLE DE LOS SECRETOS QUE ESCONDE.

Atentamente, nunca tuya.


Cuando alguien dice "para siempre" alguien contesta que nada es eterno. No se equivoca. Si quieres que algo cumpla ese "PARA SIEMPRE" te esforzarás día a día para que no se apague, trabajaras en ello, harás todo lo que este en tu mano para hacer que siga adelante. Todo eso esta genial, es bonito pensar que algo o alguien puede estar toda la vida contigo pero recuerda, dos no se pelean si uno no quiere, y dos personas no estarán para siempre si una no quiere. Porque al final nada es eterno, y lo único infinito, además de la estupidez humana, es el infinito.

Como tú quieras.


Dulce. Sabroso. Con grumitos. Con cuchara. Con pajita. Frío. Caliente. En taza, o botella. Más o menos espeso. Pero tomátelo, nadie lo hará por ti.

sábado, 10 de noviembre de 2012



Todo se rompe en algún momento y al romperse, desaparece: relaciones, amistades, papeles, recuerdos, tacones, vestidos, botellas, cigarros, noches, días, móviles, momentos, etc. Lo único que no se puede romper son las gotas de agua, porque se vuelven a unir, se juntan, nunca se separan, si una corre en un cristal va recogiendo a las demás, unas más rápidas que otras pero todas llegan al mismo final y tienen el mismo principio, pero si lo pensamos bien hay gotas que se quedan solas. Están ahí, inmóviles hasta que se secan. Yo he llegado a la conclusión de que sí hay gotas que permanecen también hay relaciones que duran lo suficiente para ser inolvidables, que hay amistades que son para toda la vida, que hay papeles que son lo suficientemente importantes como para no romperse, que hay recuerdos imposibles de borrar, que hay tacones que aguantan noches enteras de fiesta, que hay vestidos que son tan preciosos que no tiraremos nunca, que hay botellas que te traen buenos momentos a la mente, que hay cigarros que te fumarás antes de romperlos, que hay noches perfectas, que hay días increíbles, que hay móviles indestructibles, y que hay momentos que nos pertenecen y nadie podrá romper, por más que quiera y se lo proponga, lo que es nuestro, es nuestro.

Como la vida misma.







      Todos somos fuego, pero todos nos tendremos que apagar.

jueves, 8 de noviembre de 2012