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Porque el cielo está al alcance de unos pocos, o eso dicen. Y sí, si pienso en él aparecen imágenes inconexas, retales abstractos e inteligibles en lo que al significado se refiere. Reales para el soñador. Pensamientos; ciudades, tráfico sofocante, aire cargado de vidas ajenas; besos que se dan con rabia, labios tintados de rojo; un cigarro insinuante en tu boca -mejor cuando cae la tarde y el sol se esconde-. Susurros en mi oído que se comportan como una corriente electrica, que viaja por mi anatomía, que se desliza hasta producir cosas inexplicables. Efectos en mí. Porque lo lejano está muy cerca tratándose de tus ojos y el cielo, resulta alcanzable si reflexiono en él como en algo semejante a todo eso -depende de la compañía con la que se siente-.

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martes, 28 de enero de 2014

Arte eres tú.

Olvidar todas las maravillas del mundo que hayáis visto, os voy a describir como es una verdadera obra de arte: él.
Tengo la suerte de haberle tenido a menos de dos centímetros de mi piel y de contar como recorría mi espalda con sus dedos. También tengo la suerte de ver sus ojos marrones y creerme, me pasaría horas delante de ellos para memorizar bien hasta el último detalle. Su sonrisa puede ser la mejor banda sonora que haya podido poner en mi vida y no hace falta que le den un Oscar para demostrarlo...Sus manos no solo crean, sino que recorren cada centímetro de mi piel a la perfección. La manera de andar la reconozco a distancia, me la aprendo y la recuerdo cada vez que viene a besarme con esa puta sonrisa que todo lo puede. Su voz es seguridad es un "todo saldrá bien" en el momento más jodido. Tiene una coraza con la que engaña a todos pero luego, debajo de esa armadura, hay un corazón que no tiene hueco en este mundo. Me hace reír con un simple: "Hola" y eso, no hay dinero que lo pague. Siendo como es, es tan fácil quererle que a veces me asusta...pero es un riesgo que pienso correr. Me gusta verle a distancia e imaginar si estará pensando en mi...es muy fácil saber lo que pasa por su mente aunque cuando se cierra en banda es casi imposible.
Me gusta ir andando y notar su mano buscando la mía o esos besos fugaces que se le escapan. Y ahora que os lo podéis imaginar os digo que teniéndolo a él dormido a mi lado en la cama, ¿quién quiere ver amaneceres?





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